miércoles, 24 de abril de 2013

Via verde Ferrocaril Minero

El lunes me acosté pensando "mañana es el día". Y dicho y hecho, el martes me levanté, hinché las ruedas de la bici y "al lío". Aprovechando que la parienta curraba todo el día era el momento de meterse una buena sesión. El objetivo era realizarla entera desde mi casa, la via son 51 km de ida y su correspondiente vuelta, y desde mi casa hasta el pueblo de Arlanzón (lugar donde comienza la vía) hay 19 km con su correspondiente vuelta también.
Salí mentalizado para hacer 140 km de bici, aunque el objetivo principal era hacer un sesión larga de entreno para preparar los 101 de Ronda. Fui por caminos desde mi casa (Cardeñadijo), hasta Ibeas de Juarros donde tomé la carretera de Arlanzón, recordé porque no me gusta la carretera, el viento de costado me impedía avanzar a gusto. Llegado a Arlanzón, un montón de gente estaba preparada para realizar la vía solo que ellos se bajaban del coche y yo ya llevaba 19 km.

"Buenos días", saludo a unos fulanos que inician la marcha a la vez que yo. Un simple Gggg, hubiera sido suficiente pero bueno. Que tíos más desagradables, jijiji. La cantidad de gente que me encontré por el camino no fue tan mal educada. Sigo a mi rollo, contemplo el paisaje, pasan los km, el embalse de Uzquiza y en un momento (50 km) me planto en Pineda de la Sierra. Resulta que en medio de la vía están haciendo una casa y hay que desviarse por el medio del pueblo hasta volver a enlazar con esta en la subida a la antigua estación de esqui. Que "güevos", jijiji.
De Pineda al puerto del Manquillo hay una suave pendiente hasta los últimos 400 m en los que la pendiente brutal y la piedrecilla suelta hacen patinar mi rueda trasera y tengo que hechar pie a tierra.



 Desde lo alto del Manquillo 9 km a la cima del San Millán, que tentación, pero en bici....   Es un poco tarde, aún así decido bajar hacia Riocavado, 5 km después decido dar la vuelta, tengo hambre y estoy algo cansado. Volver al Manquillo me cuesta más de lo esperado así que decido volver a Pineda por carretera.

Ya en Pineda todos los bares están "petados" y encima no tengo candado para dejar la bici fuera. De pronto una mesa de la terraza de un bar (Bar la Casona) queda libre, pregunto a la camarera y en la terraza solo sirven platos combinados, -perfecto, pensé yo. Un plato de lomo, patatas y 2 huevos y como no una cañita, la sorpresa llegó cuando fuí a pagar, 10 euros, me parece una pasada por un plato combinado y una caña, defeco en su prostituta progenitora porque cagarme en su puta madre está feo. No lo recomiendo.

La vuelta se hace mucho más fácil porque prácticamente todo es bajada, otra vez en Arlanzón paso de ir por carretera y recuerdo que hay un camino al lado del rio, el camino se convierte en un arroyo seco con un montón de piedras que me hacen tener que ir andando, por fin llego a Ibeas, desde aquí 13 km hasta casa. Los últimos km me resultan más dolorosos que duros debido a que no tengo el "entrecot" acostumbrado al sillín de la bici y me duele un montón. Llego a casa dolorido pero no muy cansado aunque el GPS me dice que he recorrido 119 km, las palizas corriendo con el BT se notan.


Un saludo

lunes, 22 de abril de 2013

Nocturna de Modubar

Segundo año de esta carrera a la que no pude asistir en la edición anterior y desgraciadamente a esta tampoco debido a que coincide con la prueba que llevo preparando desde principios de año, los 101 de Ronda.


Estando tan cerca de mi casa, no descarto realizar el recorrido en alguna noche próxima. ¿Alguien me acompaña?

domingo, 21 de abril de 2013

¿Los deportistas están hechos de otra pasta?

Copio y pego del blog rendirse jamas.
 
Esta expresión popular, empleada habitualmente cuando un deportista consigue un logro fuera de lo común, es también aplicable en el aspecto meramente físico, en cuanto a los tiempos de recuperación de determinadas lesiones.
 

Esta expresión popular, empleada habitualmente cuando un deportista consigue un logro fuera de lo común, es también aplicable en el aspecto meramente físico, en cuanto a los tiempos de recuperación de determinadas lesiones.
Los ejemplos, están a la orden del día. El futbolista del FC Barcelona Andrés Iniesta hace pocas semanas, sufrió una rotura de fibras de 2 centímetros de la cuál se sobrepuso en menos de 20 días para llegar a disputar la final de la Champions League. Este período de recuperación, en términos generales, resulta impensable en cualquier persona.
Asimismo, en otros deportes: Lance Amstrong se recuperaba en tiempo record de una lesión de clavícula o, Ricky Rubio tras una aparatosa y espectacular lesión, se recuperaba en tres días, son sólo algunos ejemplos de las aparentemente milagrosas curaciones de deportistas de elite que nos hacen dudar de cuál puede ser el misterio de semejantes prodigios regenerativos.
Si se analiza detenidamente, las diferencias radican en el conjunto de procesos que se suceden después de sufrir una lesión.

A) DIFERENCIAS ENTRE DEPORTISTAS AMATEURS Y PROFESIONALES

A.1) Tiempos de diagnóstico y tratamiento
Tanto en el caso de deportistas profesionales como amateurs tras una lesión se suceden una serie de procesos:
1) Reposo + medicamentos.
2) Reposo sin medicamentos.
3) Posibilidad de pruebas que arrojen un diagnóstico si persiste el dolor.
4) Opción de tratamiento.
En el caso del deportista no profesional, este procedimiento suele durar varios días, mientras que en el deportista profesional un día suele ser suficiente, pasándose casi de inmediato a las sesiones de recuperación.


A.2) Recuperación
En el caso del deportista profesional las sesiones de rehabilitación, suelen ser muy exigentes e intensivas, especialmente si se requiere la participación de éste en un evento de relevancia.
A este particular, hay que añadir la especial relación que suele existir entre recuperadores y deportistas de elite, los cuales conocen a la perfección las necesidades específicas del paciente no sólo en el aspecto físico, sino muchas veces en el aspecto psicológico, intentando evitar la obsesión de éste por recuperarse, centrando las conversaciones que surgen durante las largas horas de tratamiento en temas ajenos al ámbito deportivo.
En el caso de deportistas amateur, sin la imperativa necesidad de competir y, generalmente con menor disposición de tiempo y medios, las recuperaciones suelen ser menos intensivas.

A.3) Divergencias en tratamientos y procedimientos de rehabilitación

1) Conveniencia de la aplicación de frío: Se aplica inmediatamente después de sufrir la lesión con el fin de evitar la inflamación de la zona. La imagen de un deportista en el banquillo tras lesionarse con una bolsa de hielo, es tan gráfica como ejemplarizante. Algunos autores sin embargo, sostienen la relativa importancia de frenar la respuesta inflamatoria, cuestionando incluso su conveniencia, fundamentándose en que dicho mecanismo es una respuesta del organismo a una agresión externa en la cuál se producen una serie de sustancias que pueden resultar necesarias para la recuperación del organismo. Si embargo, la necesidad de acelerar el proceso de recuperación desestima las reticencias a aplicar el frío para evitar una inflamación post traumática.

2) Conveniencia de acortar los tiempos de recuperación: Es evidente que por muchos aparatos de última tecnología, procedimientos novedosos o, fisioterapeutas de primer nivel que se empleen, siempre existen unos tiempos de recuperación recomendados. La reducción de dichos tiempos, conlleva un riesgo, como hemos citado en otros artículos, del cuál el equipo médico y deportista deben hacerse cargo y asumir o no. Es cierto que, como también se ha comentado, los avances en el campo del diagnóstico y prevención (como la máquina que emplean algunos equipos de fútbol para predecir probables lesiones) han reducido estos riesgos si bien, no los han eliminado totalmente.
B) ¿REALMENTE ESTÁN HECHOS DE OTRA PASTA?
Tras esta sucinta exposición, tenemos perspectiva suficiente para intentar contestar la pregunta de manera fundada.
Es cierto, que la disposición de equipos, materiales y medios, pueden favorecer y acelerar las recuperaciones de manera sensible en cualquier persona y, que su disposición suele estar restringida a profesionales que justifiquen la inversión.
Por otra parte, las interminables y continuas sesiones de recuperación, tratamientos medicinales y otras incomodidades inherentes al tratamiento, precisan de un paciente con un umbral del dolor por encima de la media y, una fuerza de voluntad igualmente superior. Generalmente, para soportar este tipo de tratamientos se precisa una motivación que justifique las incomodidades e incluso el sufrimiento que supone su puesta en práctica. Por ello, los deportistas profesionales, extraen de sus metas la fuerza suficiente para justificar el padecimiento y, el posible riesgo de recaída que supone acelerar una recuperación. Un aspecto que un deportista amateur, con metas más modestas y, sin la imperiosa necesidad de recuperarse en fechas límites no contempla.